¿Conoces A Mileva Marić?

29 04 2010

Mileva Marić fue la primera mujer que se graduó en matemáticas y física, fue en 1890 y lo hizo, además, con el mejor promedio, lo que le permitió ser aceptada como estudiante privada en el Colegio Real de Zagreb. Allí recibe un permiso especial para atender las clases de física, lo cual estaba reservado a los varones.

ESTA BRILLANTE MUJER SENTÓ LAS BASES DE UNA TEORÍA QUE IBA A REVOLUCIONAR AL MUNDO, PERO SU CONDICIÓN FEMENINA LE IBA A IMPEDIR RECIBIR EL RECONOCIMIENTO QUE SE MERECÍA.

Mileva Marić con dos de sus hijos

En 1896 comienza a estudiar matemáticas y física en Suiza en el Instituto Politécnico de Zürich. Allí conoció a un muchachito, 4 años más joven que ella, al que no se le daban muy bien las mates, así que le estuvo dando clases. Congeniaron inmediatamente, preparaban juntos sus exámenes y compartían el interés por la ciencia y la música. El le escribe en 1900: “Estoy solo con todo el mundo, salvo contigo. Qué feliz soy por haberte encontrado a ti, a alguien igual a mí en todos los aspectos, tan fuerte y autónoma como yo”. Aquel muchachito era Albert Einstein.

En 1901 Mileva Marić queda embarazada y se mantiene el tema en secreto. Luego ella abandona el politécnico de Zürich sin ningún certificado y no continúa su doctorado. En 1902 Nace su hija Lieserl en Serbia y en 1903 se casa con Albert Einstein.

Existen varias cartas en las que Einstein debate con ella sus ideas de la relatividad e inclusive se refiere a “nuestra teoría” y le da trato de colega. A partir de estas evidencias, el investigador E. H. Walker concluyó que las ideas fundamentales de la teoría de la relatividad fueron de Mileva Marić, quien se tuvo que hacer cargo del cuidado de los hijos: su primera hija murió al año y medio de edad; más tarde tuvieron dos hijos, uno con retraso mental, lo que desde luego exigió más cuidados… de ella. Así que él consiguió un puesto académico y tuvo el tiempo para concluir sus estudios y desde luego para desarrollar la teoría arrogándose todo el crédito.

Con el paso del tiempo la relación se tornó disfuncional. Ella ya no le resultaba divertida a Einstein ni le aportaba nuevas ideas ni conocimientos. Las “reglas de conducta” que él le impuso por escrito son una cruda muestra de su autoritarismo y, a su vez, de la violencia sorda y sicológica que ejerció contra su esposa:

“A. Te encargarás de que: 1. mi ropa esté en orden, 2. que se me sirvan tres comidas regulares al día en mi habitación, 3. que mi dormitorio y mi estudio estén siempre en orden y que mi escritorio no sea tocado por nadie, excepto yo.
B. Renunciarás a tus relaciones personales conmigo, excepto cuando éstas se requieran por apariencias sociales. En especial no solicitarás que: 1. me siente junto a ti en casa, 2. que salga o viaje contigo.
C. Prometerás explícitamente observar los siguientes puntos cuanto estés en contacto conmigo: 1. no deberás esperar ninguna muestra de afecto mía ni me reprocharás por ello, 2. deberás responder de inmediato cuando te hable, 3. deberás abandonar de inmediato el dormitorio o el estudio y sin protestar cuanto te lo diga.
D. Prometerás no denigrarme a los ojos de los niños, ya sea de palabra o de hecho.”

En 1919 la pareja se divorcia y ella estuvo viviendo algunos años en Berna, confinada en su casa. De los hechos se desprende que Einstein no quiso formar una pareja científica ni conceder ningún crédito en su teoría a Mileva. Y quizá de alguna manera le pagó su aportación a la teoría de la relatividad al otorgarle el importe en metálico del Nobel de Física, ocho años después del divorcio, dinero que ella empleó en atención médica para su hijo Eduard, quien padecía esquizofrenia.

Mileva Marić, la física-matemática, murió sola y olvidada en Zurich en 1948.

Por increíble que parezca, se puede decir que Mileva fue afortunada, ya que tuvo acceso a la universidad y se le están reconociendo, aunque tarde, sus grandes méritos. Pero ¿cuantas mujeres llenas de genialidad no han tenido nunca la más mínima oportunidad? Mujeres brillantes que no pudieron estudiar, que estuvieron condenadas a una vida dedicada exclusivamente a los demás, sin tener el derecho de pensar ¿Cuanto se ha perdido la humanidad por no darles la oportunidad de desarrollarse profesionalmente? ¿Cómo sería hoy el mundo si no hubiera ignorado sistemáticamente a la mitad de la población, por el simple hecho de ser mujeres?